Cuando supe toda la verdad,
señora,
ya era tarde para echar atrás,
señora,
yo era parte de su vida y él
mi sombra.
Cuando supe que existía usted,
señora,
ya mi mundo era sólo él,
señora,
ya llevaba dentro de mi ser
su aroma.
Él me dijo que era libre
como el mismo aire,
que era libre
como las palomas,
que era libre
y yo lo creí.
Ahora es tarde, señora,
ahora es tarde, señora,
ahora nadie puede apartarlo de mí,
ahora nadie puede apartarlo de mí...
(se repiten las primeras dos estrofas)
Él me dijo que era libre
como el vagabundo,
que era libre
como la hoja seca,
que era libre
y yo lo creí.
Ahora es tarde, señora,
ahora es tarde, señora,
ahora nadie puede apartarlo de mí,
ahora nadie puede apartarlo de mí,
ahora nadie puede apartarlo de mí,
ahora nadie puede apartarlo de mí...